miércoles, 24 de octubre de 2007

La mediocridad educativa

Una de las cosas que más me impactaron en un viaje reciente a India fue que, como parte de una creciente competencia por la excelencia educativa, los niños deben someterse a rigurosos exámenes de ingreso partir del jardín de infantes. !Qué diferencia con lo que está sucediendo en América latina¡, pensé para mis adentros.

En muchos países de América Latina, hay tan poco énfasis en la calidad de la educación que uno puede ir desde el kindergarten hasta la grandes universidades -como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) o la Universidad de Buenos Aires (UBA) - sin jamás tener que haber aprobado un examen de admisión.

El contraste entre las exigencias a los estudiantes en India y en América Latina me vino a la mente mientras leía un nuevo reporte del Banco Mundial sobre la calidad de la educación en los países latinoamericanos. El informe es la crítica más devastadora sobre el nivel de la educación en la región.

Mientras que en 1960 el porcentaje de gente que terminaba la escuela secundaria era del 7% en América Latina y del 11% en Asia, actualmente los porcentajes son del 18% en América Latina y del 44% en Asia.

A pesar de que la matrícula en América Latina se duplicó en las últimas décadas, la región está quedando rezagada aún cuando se la compara con otros países en desarrollo o de ingreso medio, dice el reporte.

En América Latina, los gobiernos están demasiado concentrados en construir escuelas, y demasiado poco preocupados por la calidad de lo que se enseña dentro de ellas. Muchos países -incluyendo Argentina, Venezuela y Cuba - frecuentemente se niegan a participar en exámenes internacionales estandarizados, o lo hacen pero luego se niegan a dar a conocer sus resultados.

Algunos de los ejemplos citados en el reporte:

- En el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), un test estandarizado que mide a los estudiantes de 15 años en matemáticas, lenguaje y ciencia, los países latinoamericanos terminaron entre los peores del mundo.

Mientras que los estudiantes de Hong Kong, China, promediaron 550 puntos en matemáticas, 510 en lenguaje y 539 en ciencias, los de Corea del Sur promediaron 542, 534 y 538 respectivamente y los niños de Estados Unidos promediaron 483, 495 y 491 puntos, los estudiantes de México, Brasil, Chile, Argentina y Perú promediaron alrededor de 400 puntos, y en algunos casos mucho menos.

- Incluso los estudiantes latinoamericanos de las clases sociales más aventajadas sacaron malos resultados en el examen PISA, ''derrumbando el mito de que los estudiantes más privilegiados de la región reciben una educación de alta calidad'', dice el reporte.

- En el examen Tendencia Internacional del Estudio en Matemáticas y Ciencias (TIMSS), que mide a los estudiantes de octavo grado en matemáticas y ciencia, los únicos dos países latinoamericanos que participaron -Colombia y Chile- terminaron entre los últimos de la lista.

- En el Estudio del Progreso en Alfabetización y Lectura Internacional (PIRLS), que examina a los estudiantes de cuarto grado en lectura, los únicos dos países de América Latina que participaron fueron Argentina y Colombia. Argentina terminó en lugar número 30 de 35 participantes, y Colombia en el 31.

Mi opinión: Estos datos son trágicos para América Latina, porque en la era actual de la economía del conocimiento, los países con sistemas educativos de mala calidad están condenados a largo plazo a un crecimiento más lento.

El exito económico de China, India y Europa del Este muestra que los países que le apuestan a la calidad de la educación producen bienes más sofisticados y reducen la pobreza mucho más rápidamente que los que producen materias primas o bienes con poco valor agregado.

No estoy sugiriendo que los niños latinoamericanos sean sometidos a demoledores exámenes de ingreso al jardín de infantes (incluso la Corte Suprema de India le ha puesto límites a esta práctica, diciendo que le provoca demasiada ansiedad a los niños demasiado temprano en la vida).

Sin embargo, lo menos que podrían hacer los países latinoamericanos es comprometerse a participar obligatoriamente en los exámenes internacionales estandarizados, y a divulgar sus resultados. O sea, medirse a sí mismos respecto del resto del mundo,y actuar en consecuencia. De otra forma, la mediocridad educativa condenará a los países de la región a quedarse cada vez más atrás del resto del mundo.

POST SCRIPTUM: El país latinoamericano que más está retrocediendo en materia educativa es Venezuela, donde el máximo líder Hugo Chávez acaba de anunciar un nuevo curriculum dirigido a crear un ''hombre nuevo'' socialista. Mientras China y India le apuestan a las matemáticas, Venezuela va a enseñar ideología.

Autor: Andrés Oppenheimer, Columnista del Nuevo Herald